—¿Por dentro? ¿Por dentro de quién? ¿De ti?, ¿de mí? Nosotros no tenemos dentro. Cuando no dirían que aquí no pasa nada es cuando pudiesen verse por dentro de sí mismos, de ellos, de los que leen. El alma de un personaje de drama, de novela o de nivola no tiene más interior que el que le da...
—Sí, su autor.
—No, el lector.
Niebla, Miguel de Unamuno.