A las dos de la mañana si abres la ventana y escuchas
Oirás los pies del viento que va a llamar al sol.
Y susurran los árboles en sombras y relucen los que alumbra la luna.
Y aunque sea noche profunda y cerrada, te parece que la noche se ha acabado.
Fragmento de El viento de amanecer de Rudyard Kipling