Esta perspectiva de que lo ideal, lo que debe ser, es lo único real, se traduce también en vidas idealizadas en las paredes de las tumbas y en las grandes representaciones de batallas, algo que ha sido reconocido por el egiptólogo y escritor Christian Jacq. Pero lo anterior no conlleva el que los egipcios estuviesen prontos a olvidar su experiencia histórica y los errores cometidos. Recordemos al sacerdote de Sais que le dice al sabio ateniense Solón, en el Timeo de Platón, que los griegos siempre serán unos niños, pues no recuerdan su pasado.