Hubo un día,hace muchos,muchos años, en que me encontraba en la consulta de un psiquiatra y éste me preguntó: -Cuándo dirías que sentiste depresión por primera vez en tu vida? Mi respuesta fue inmediata y le espeté que fue el día en que caí en la cuenta de que las relaciones humanas se habían mercantilizado,dando con ello verosimilitud a la teoría del mismísimo Carlos Marx.
Y aún hoy en día,recuerdo las palabras de mi adorado Hermann Hesse cuando nos hablaba de la podredumbre de la burguesía y como los mediocres y los vulgares se habían adueñado del mundo,encenagándolo,haciendo que perdiéramos la estela del último de los paraísos.
Sí,créanme, la soledad sobrevenida por nuestra propia inoperancia mercantil, el drama de no ser pragmáticos,prácticos,comerciales,vendedores de nada.
La gran decepción de una existencia caída en la grisura pequeño burguesa.
Autor: José Miguel Gándara C.