Cierto día se celebró un concurso para ver qué artista era capaz de reflejar en un cuadro la paz perfecta.
Debido a la importancia del mismo acudieron numerosos pintores venidos de distintas partes del mundo.
En total se presentaron más de cien obras que intentaban mostrar ese momento perfecto de calma y tranquilidad.
Unas mostraban preciosos atardeceres vistos desde una playa o desde la cima de una montaña, en otras se podían encontrar bonitos paisajes inundados por la luz del sol, por las flores o por la nieve.
Pero uno de los últimos días llegó una obra un tanto extraña, pues representaba todo lo contrario: era una escena en la que el mar golpeaba con furia las rocas y de las nubes salían varios rayos que llegaban hasta el agua.
Todas las obras presentadas se fueron mostrando a un respetado maestro budista que sería el encargado de elegir la ganadora.
El problema era que, conforme le llegaban, el maestro las iba rechazando todas.
—Pero… ¿no hay ninguna más, no hay alguna diferente? Todas estas no me sirven.
—No, maestro, ya le hemos traído todas las que se han presentado al concurso… aunque, bueno… en realidad sí que hay otro cuadro, pero no se lo hemos traído porque hemos pensado que su autor se ha confundido de temática.
—Bueno, si se ha presentado tengo que darle las mismas oportunidades que al resto, si podéis traerlo…
A los pocos minutos llegaron con la pintura.
—Esta es. Como puede observar representa un escenario totalmente contrario a la paz perfecta.
El maestro comenzó a analizar la obra, la estuvo observando minuciosamente y, de pronto, se le dibujó una sonrisa en el rostro.
—Ya tenemos obra ganadora —exclamó.
—¿Qué? —contestaron todos los presentes confundidos.
—Sí, sí… mirad, mirad ahí, justo en la rama de ese árbol. Observad ese pequeño pájaro que desde su nido observaba tranquilamente la tormenta.
Todos se quedaron sorprendidos al descubrir ese detalle.
—Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin viento, sin lluvia… Paz significa que, a pesar de estar en medio de la tormenta, ese pájaro es capaz de mantenerse sereno y tranquilo. Ese es el verdadero significado de la paz perfecta.
Cuento sufí