En una situación en la que las consecuencias de las decisiones erróneas son tan terribles, en la que un mínimo de irracionalidad puede poner en movimiento un tren entero de acontecimientos traumáticos, no creo que podamos darnos por satisfechos sabiendo que la gente se comporta racionalmente la mayor parte de las veces.
C. E. Osgood: in Norman Dixon, On the Psychology of Military Incompetence, 1976