Referencia nº38 del prólogo de "El precio de la desigualdad", Joseph Stiglitz.
Himmelstein et al. estiman de forma conservadora que el 62,1% de todas las bancarrotas bancarias en 2007 fueron médicas, esto es, los factores médicos contribuyeron de forma importante a ellas. Más aún, "la mayoría de deudores médicos tenían una buena educación, tenían propiedades, y empleos de clase media. Tres cuartos tenían seguro médico. Usando definiciones identicas, entre 2001 y 2007, el porcentaje de bancarrotas atribuibles a problemas médicos aumentó en un 49,6%". D. Himmelstein, D. Thorne, E. Warren y S.Woolhandler, "Medical Bankruptcy in the United States, 2007: Results of a National Study,"American Journal of Medicine 122, no. 8 (2009): 741-46. Para buscar una medida más casual, i.e., estimando el efecto directo de un "shock médico" en la decisión de declarse en bancarrota o no, Gross y Notowidigdo encuentran que "el copago de los gastos médicos fueron esencialmente fundamentales en, aproximadamente, el 26% de las bancarrotas personales en los hogares de clase baja". T. Gross and Matthew J. Notowisigdo, "Health Insurance and the Consumer Bankruptcy Decision: Evidence from Expansions of Medicaid," Journal of Public Economics 95, nos. 7-8 (2011): 767-78.