Científicos han deducido que la galaxia de Andrómeda, nuestro vecino galáctico más cercano, trituró y canibalizó una galaxia masiva hace dos mil millones de años.
A pesar de que fue en su mayoría deshecha, esta galaxia masiva dejó un rico rastro de evidencias: un halo casi invisible de estrellas más grande que la galaxia de Andrómeda, una elusiva corriente de estrellas y una galaxia compacta enigmática y separada, M32.