El fin de semana ha sido fructífero en buenas conversaciones, así que os traigo una cuestión que me pareció curiosa.
Si cualquiera de nosotros va a comprar un teléfono móvil, o una simple tarjeta SIM, nos van a pedir que nos identifiquemos y hasta es posible que hagan una fotocopia del DNI (cosa cuya legalidad no tengo clara) antes de poder activar la línea.
Si el teléfono es de contrato, nos pedirán también los datos bancarios para la facturación, como es obvio. Y si es de prepago, además del DNI puede que, en determinados casos, nos puidan que verifiquemos nuestra identidad a través de alguna aplicación o similar.
Como en todo, habrá maneras de saltarse estos pasos para tener una línea anónima, pero la cosa se ha complicado mucho en los últimos tiempos por el empeño que ponen las autoridades en controlar las comunicaciones.
¿Cómo es posible entonces que la gente que entra ilegalmente en España, via patera, o del modo que sea, no tenga sdocumentación pero tenga móvil? Puede que lo hayan traído de su país, no lo dudo, pero una vez se conectan a la red española, son tremendamente fáciles de localizar.
Mi opinión, en esa charla, es que no se les localiza porque no se quiere. Si en un campo de recogida de fresas, por ejemplo, se monitorizasen los números que se conectan a la red, sería bastante fácil saber dónde trabajan personas registradas y dónde no.
Alguien decía que si los registrados en los países que no colaboran con las repatriaciones dejasen de funcionar en España, sería cuestión de semanas que algunos encontrasen los papeles que dicen no tener.
¿Y en el caso de los menores no acompañados? ¿De dónde sacan esos menores un teléfono y cómo han registrado la línea? Porque está claro, no hay más que verlo, que tenerlo, lo tienen.
Ahora que nos van a pedir a todos el número de teléfono móvil cuando vayamos a alquilar un coche o a alquilar un alojamiento vacacional, quizás sea el momento de preguntarse por qué son tas estrictos con unos y se lo ponen tan fácil a otros.
Curioso asunto. Tengo otro más chungo, pero queda para otra ocasión.