Esta red social, que alguna vez fue la cuna de debates enriquecedores y el descubrimiento de noticias fuera del circuito tradicional, está derivando hacia un horizonte menos plural y más uniforme. La realidad y la actualidad, en este espacio, se doblan y torcen de manera interesada, creando un eco distorsionado que resuena en los confines de su propia burbuja.
Y la culpa la tienen los opinadores de izquierdas.
La política de "si lo hacen 'los míos' está bien" permea en las discusiones, creando un entorno donde la autocrítica y el análisis objetivo se desvanecen en favor del apoyo incondicional.
No es exclusivo de Meneame, pero su manifestación en esta plataforma es particularmente ilustrativa de una tendencia más amplia en las redes sociales: la autofagocitación y la marginalidad a la que la han llevado. Meneame se convierte en una cámara de eco de la izquierda. «Vamos a forrarnos hermano»: las conversaciones secretas del caso Mascarillas , ¿Dónde tiene el límite el Partido Popular?
Ejemplos de esta dinámica son variados y polémicos, como el caso Ábalos-Delcy, conocido como "Delcygate", o la propuesta de amnistía a cambio de votos. Estos temas, cargados de implicaciones políticas y éticas.. ¿Son de izquierdas? La autocrítica se ve reemplazada por la justificación a través de la comparación: "mira, mira esos qué malos", o a través de tragar sapos y ruedas de molino para desayunar, comer y cenar.Pero, ¿es esta postura verdaderamente representativa de los valores que se supone que la izquierda defiende?
La creación de cortinas de humo contra el PP, solo sirve para debilitar a la sociedad. Cada vez menos crítica y más dividida, y más cansada de los temas que le son propios, como la gestion publica.
El peligro de este enfoque no es solo la polarización, sino la simplificación excesiva de problemas complejos.Meneame, al transformarse en un altavoz de esto, este "diario.es fabuloso", con más visitas y sin mantener servidores, refleja una realidad preocupante sobre el pensamiento unico a costa del karma al disidente, que hace Meneame irrelevante como medio de información.
MENEAME -más que nunca- ES UN SACO