Darwin, puedes montar mi cola cuando quieras

Pues que hoy os vengo a contar que me he pasado el juego de Inaturalist con todos los putos logros. Ya está, finalizado, con el último boss hecho un guiñapo a mis pieses. Pero que no lo dejo, que tomo aire y me lo vuelvo a pasar ahora en modo hombre de hierro y sin saves, sujétame el cubata.

¿A qué viene que este hombre torpón, que ya le ha dado la vuelta al jamón y que sale con su puto móvil a hacerle fotos a bichos y plantas por caminos siempre marcados, mínimo de un metro de ancho, esté ahora vacilándonos diciendo que se ha terminado el inaturalist, que le esté soplando la oreja al bueno de Charles Darwin?

Pues a que he descubierto dos nuevas especies de bichos. Aunque no me van a contar como descubiertas por mí así que no voy a poder ponerles el nombre de ... Dolorbarriguensis (siendo los tres puntos el género de la especie). Eso ya sería la polla con cebolla, pero me falta esfuerzo y constancia, soy un investigador de tiro fácil, de milagro en Las Gaunas, no de esfuerzo y constancia. Así que no me llevaré yo el premio ni la posibilidad de poder bautizar al bicho con un nombre a mi elección y así poder pasar a la posteridad en los libros de ciencias naturales, al menos en los libros de ciencias naturales enfocados en insectos, bueno en esos tampoco, pero al menos en los enfocados en escarabajos y avispas, en mis géneros de escarabajos y avispas.

Aquí hay muchos fanes, yo incluidísimo, del libro "Una breve historia de casi todo" de Bill Bryson. Para los que no lo conozcáis es un libro de divulgación científica en el que de una forma amena y muy breve, se narra los principales descubrimientos hechos por el ser humano en siglos anteriores, explicándote como el ansia por conocer nos ha hecho evolucionar y mejorar como especie. Es entretenidísimo y tiene uno o varios capítulos dedicados a los tiempos de los grandes exploradores: naturalistas, botánicos, zoólogos, geólogos, etc. Cuando devoraba esa parte del libro, sentía envidia por esa época, la de los grandes descubrimientos y llegaba erróneamente a la conclusión de que esa época, muy a mi pesar, ya había concluido. Pues resulta que no, que me equivocaba, como siempre de pleno, que un tío torpón,que ya le ha dado la vuelta al jamón y que sale con su puto móvil a hacerle fotos a bichos y plantas por caminos siempre marcados, mínimo de un metro de ancho, todavía puede descubrir nuevas especies. Que está chupao, que únicamente hace falta ponerle algo de ganas y tiempo e ilusión. Y gozarlo, gozarlo como un perro al que le acaricia su dueño la panza, gozarlo como un gorrino revolcándose en un barrizal porque gozarlo es importante en esto de avanzar. Se puede avanzar sin pasíon, por supuesto, pero si le echas pasión ni te das cuenta del esfuerzo realizado. En mi caso poco, además.

Vayamos al lío.

Este pasado mes de octubre regresé al caribe mexicano, allí vive mi hermana y mi cuñado, mi única familia y a los que además adoro, y allí, además hay un sin fin de bichos y plantas diferentes a los de mi ya gastada gran Barcelona, a los que perseguir y fotografiar. También hay unos paisajes preciosos: cenotes, pueblos, playas y selvas y unas ruinas de un imperio maya que son acojonantes y que a servidor le encantan. En estas escapadas a México, casi siempre, mi hermana y yo salimos de ruta durante una semana, ella me pregunta que me apetece ver y en función de ello diseña una rutilla con cosas nuevas para mí. Este año elegí ruinas y bichos y plantas. Y vimos y fotografiamos muchas ruinas y vimos y fotografiamos muchos bichos y plantas. Y entre ellos fotografié dos bichillos que, a juicio de los expertos de inaturalist son, seguramente, dos especies nuevas nunca documentadas hasta ahora; la especie en concreto, ambas pertenecen a géneros conocidos y trabajados. A vosotros seguramente los géneros ya os sonarán a chino pero bueno, en el mundo de los entomólogos esos dos géneros, por raros que parezcan aquí, ya están profusamente documentados. Vamos con ellos.

El primero es un escarabajo, de la subfamilia Cassidinae, los escarabajos tortuga, de la Tribu Cassidini , y creo que se trataría de una nueva especie del género Microctenochira. Los escarabajos de la Tribu Cassidini, dividida en unos cuarenta géneros, tiene todos un aspecto parecido: En cuanto a forma, son muy pequeños, de menos de medio centímetro, nos podrían recordar para ponerlo fácil a una mariquita en chiquitita y su cuerpo aparece rodeado de una especie de gelatina transparente, como si estuvieran atrapados dentro de una gota de lluvia solo saliendo las antenas de ella y en algunos casos el extremo de las patas. Éste es mi peque:

Prácticamente los géneros, al menos a ojo inexperto como el mío, se parecen bastante en cuanto a forma y tamaño pero lo que cambia es el dibujo del caparazón. Los hay con dibujos muy diferentes, muchos de ellos flipantemente bonitos, de verdad que los hay alucinantes. En cuanto a la ·"gota de lluvia que los envuelve" en realidad se trata de su propia mierda, lo hacen expresamente para ahuyentar a sus posibles depredadores. Ya, contado así mola menos, pero ¡qué carajo!

Os dejo enlazados a continuación las fotos en inaturalist de otros ejemplares del género Microctenochira y de la Tribu Cassidini por si queríes flipar.

www.inaturalist.org/observations?locale=es&page=6&place_id=any

www.inaturalist.org/taxa/373656-Cassidini/browse_photos

Lo encontré sobre una hoja, al lado de un camino de terracería que llevaba a un cenote en el que nos habíamos bañado con anterioridad y que ahora estábamos recorriendo en busca de bichos y plantas. El chico holandés experto en dicha Tribu me comentaba que para poder catalogarlo como especie nueva debía volverlo a observar, capturarlo y hacérselo llegar a un entomólogo polaco entiendo que autoridad en la Tribu Cassidini para que él pudiera censarlo como especie nueva. Demasiado para el nivel de aficionado que yo ostento. Así que dicho escarabajito nunca se llamará "Microctenochira Dolordebarriguensis", pero me está bien, la ilusión de haber fotografiado, seguramente, una nueva especie, ya es más que suficiente para colmar todas mis expectativas como aficionado a la observación.

Y, por si fuera poco, a la siguiente semana, tuve la fortuna de poder fotografiar la que creen que es también, otra nueva especie.

En este caso se trata también de un insecto, pero perteneciente a las avispas, a la Superfamilia Pompiloidea, la Familia Mutillidae, las acojonantes "Hormigas de Terciopelo". La mía en concreto se engloba dentro de la subfamilia Sphaeropthalminae, la Tribu Pseudomethocini y el género Pseudomethoca. ¿Y que son las hormigas de terciopelo? Pues se trata de un tipo de avispas que presentan un agravado dimorfismo entre machos y hembras. Así, mientras el macho se asemeja a lo que todos entendemos, más o menos, por una avispa las hembras carecen de alas y su cuerpo es parecido al de una hormiga de tamaño grandotote. Pero no sólo eso, es que además su cuerpo está recubierto por un pelaje aterciopelado que presenta franjas de vivos colores sobre el negro base. ¿Y por qué presenta estos vivos colores? Por lo mismo que el escarabajito se recubre de su propia mierda, para ahuyentar a sus posibles depredadores. Es este caso nos está indicando que no es una hormiga, que se trata de una avispa y, que su picadura, es de las más dolorosas que existen en el mundo de los insectos. Si tienes la mala suerte de que una te pique, no te va a matar, pero durante unos treinta minutos vas a desear estar muerto para dejar de sufrir tanto dolor (ojo, realmente no sé si esa picadura tan dolorosa es común en todas las especies de hormigas de terciopelo o únicamente en algunas de ellas). Aquí foto de mi preciosa con traje de primera comunión.

Por lo que comentaban los expertos en "hormigas de terciopelo" la especie pertenecía al género Pseudomethoca pero nunca se había encontrado tan "abajo" un miembro de ese género por lo que seguramente se trata de una nueva especie de dicho género. En este caso la encontré junto al primer peldaño de una estructura maya perteneciente al asentamiento del Tabasqueño que justo este año han abierto por primera vez al público.

No es mi primerita hormiga de terciopelo, tengo otras cinco vistas y fotografiadas para inaturalist todas identificadas a nivel de especie.

La primera se trata de una Dasymutilla araneoides (69 observadas en inaturalist)

La segunda se trata también de una Dasymutilla, en este caso proclea (11 observadas en inaturalist)

Mientras que las tres últimas son del mismo género que mi nuevo descubrimiento, el Pseudomethoca pero pertenecen las tres a la especie cleonica. De hecho, mis ejemplares son los únicos fotografiados para inaturalist, algo que también me revienta el ano de satisfacción.

Fijaros que aunque se trata de la misma especie, los tres ejemplares de hembras son diferentes entre ellas.

Y nada, confesaros en realidad, que aunque he tenido la chiripa de descubrir estas dos nuevas especies, para nada siento que me haya pasado el juego, tengo, tan sólo 1591 especies "cazadas" para inaturalist y hoy en día se conocen más de 9 millones de especies por lo que me quedan millones de cromos por encontrar para mi álbum y que esto no ha hecho nada más que empezar. Ojalá sirva el artículo para sacaros alguna sonrisa, sorprenderos con la jodida bellezaca de los insectos y, ojalá, en algún caso, para enganchar a alguien en este delicioso vicio que es observar y documentar las especies vivas que te rodean aprendiendo un montón durante el camino.

Buen camino a todos, meneantes.