Llevo unas semanas consumiendo más información sobre el tema de las monjas de Belorado de la que sería buena para mi cerebro y como tengo varias amigas preguntándome (porque era un tema que ya me obsesionaba de antes) he decidido juntar toda la información organizada por si alguien quiere sacar sus propias conclusiones. Empezamos por el final: la diócesis de Burgos anunció ayer en un comunicado que diez de las clarisas que forman parte de la comunidad de Belorado quedan excomulgadas y expulsadas ipso facto (sic) de la vida consagrada. Esto viene después de que las citadas monjas hayan manifestado en varias ocasiones, por escrito y de palabra que se "desvinculan de la iglesia conciliar". Vayamos por partes.
¿Qué es una monja clarisa?
Básicamente, como su nombre indica, una monja clarisa es una monja de clausura que sigue la orden de Santa Clara. Esto se traduce en varias cosas: te comprometes a los tres votos de pobreza, obediencia y castidad; te comprometes a no salir del convento y a renunciar a tu vida anterior (a veces también a tu nombre) y sigues una especie de fases (no se llaman así) que podéis ver más o menos en este link.
La vida que lleva una monja clarisa no difiere mucho de otras monjas o monjes que vivan en monasterios: tienen sus oraciones a la misma hora todos los días, las podéis ver por aquí. Si os fijáis, hay prácticamente oración cada pocas horas, lo que significa que cuando mandan correos a altas horas no es que se hayan ido a un after (a lo mejor sí) sino que es probable que hayan mandado el mail después de maitines que suele ser a las 2 de la mañana.
Debido a que son de la Orden de Santa Clara empiezan sus escritos con las palabras "paz y bien" que es el saludo franciscano. Ha habido medios que han intentado buscar tres pies al gato aquí pero la realidad es así de sencilla.
¿Has dicho pobreza?
Una de las acciones que ha hecho saltar este asunto por los aires ha sido el intento de venta de un monasterio por parte de las clarisas de Belorado. Lo cierto es que Miguel Campo, que es el abogado que está asesorando a la diócesis de Burgos, ha dicho que estas monjas no pueden vender ni el monasterio ni lo que hay dentro. Si lo pensáis, dentro de una iglesia que tiene mínimo un par de siglos hay algún que otro tesorillo, o bien objetos litúrgicos de oro o de plata pero también antigüedades bastante golosas para el mercado de la gente a la que le apasiona tener un San Pedro Mártir de Verona en su salón (?).
Otra de las tensiones de esta comunidad tiene que ver con el vil metal porque, al estar en una sociedad capitalista necesitan dinero para sus gastos. Por norma general, los ingresos de los conventos vienen, por un lado, de las pensiones de jubilación de sus miembros más mayores (en este caso se ha dicho que había 5 monjas ancianas), de los artículos que vendan (las famosas trufas a las que se ha dado promoción incluso desde la Diputación de Burgos y que estaban realmente ricas) y por otro lado de otros negocios más o menos claros. En este caso, también se intentó poner una hospedería en el convento que estaban intentando vender pero que no cuajó por lo que sea.
En cuanto a los gastos, además de los clásicos pagar agua, luz, suministros y material para las trufas, tenemos que pagar las cotizaciones de la Seguridad Social de las monjas en edad de merecer, porque sí, amiguitos: las monjas son autónomas.
Así las cosas, el pasado 13 de junio las monjas se quejaron por Instagram de que les habían quitado al acceso a varias cuentas bancarias, cuya propiedad imagino que es de la diócesis (o en caso contrario sería un delito). Con estas cuentas pagaban: "los pagos periódicos para zanjar las obras del monasterio de Orduña [...] Esta realidad tiene como consecuencia directa la imposibilidad de comprar desde los productos básicos para mantenernos, como el alimento y los materiales de cuidado de las hermanas mayores, hasta la materia prima para la elaboración de nuestros productos de chocolate, alimento para los animales de nuestra granja doméstica, pago de nóminas y demás pagos para mantener a flote el monasterio".
¿Qué es la "iglesia conciliar"?
En todos los comunicados, las clarisas dicen no reconocer a la "iglesia conciliar". Se refieren a la iglesia surgida tras el Concilio Vaticano II. Resumiendo mucho, lo que se dijo en aquel concilio que tuvo lugar entre 1961 y 65 fueron cosas como que las misas se podían decir en los idiomas de cada lugar (y el cura mirando a los fieles), una mayor participación e inclusión de diferentes religiones y una mayor atención a la problemática social.
Lo cierto es que hay un movimiento entre los católicos algo nostálgicos para volver a las misas preconciliares (llamadas también tridentinas) y cada vez hay más opciones de escuchar misa en latín si ese es tu rollo, aunque al Papa Francisco no le hace mucha gracia.
Volviendo a las clarisas, si no reconocen ningún pontífice desde el Vaticano II (y esto sí que lo dicen en el manifiesto que os enlacé al principio de este epígrafe), la realidad es que a nivel espiritual no les pueden hacer nada, y lo saben. Pueden seguir diciendo que son clarisas, que el obispo Pablo de Rojas (también excomulgado) es obispo y puede decir misa y lo que quieran. Lo que no pueden es seguir viviendo en el convento o hacer uso de los bienes muebles o inmuebles que han estado disfrutando por pertenecer a la orden (todo esto en teoría porque habrá que ver cómo las sacan de ahí sin destrozar la imagen de la iglesia como institución o sin violencia).
La realidad es que si no reconocen al Papa lo que sucede es que en teoría no serían católicas, apostólicas, romanas. Para esa iglesia en la que no quieren participar pasarían a ser seculares excomulgadas -esto es, que no pueden participar de los sacramentos, siendo la eucaristía el más llamativo- y además no podrían participar del resto de la orden de clarisas, aunque podrían seguir haciendo sus movidas monjiles en la intimidad si a ellas les va bien. Esto de no reconocer al Papa o querer a otro señor en su silla es algo que también dicen otros sectores de la iglesia por lo bajini.
El falso obispo y el cura coctelero
Vamos acabando con dos personajes secundarios de este drama: el falso obispo Pablo de Rojas y el cura coctelero. El primero saltó a la fama catapultado por la galería de fotos de su casa que parece la mansión de la Herencia de Tía Ágata y resulta que ya había sido excomulgado hace unos años por fingir que es obispo (es un cargo al que te tiene que crear el Papa en persona, así que era bastante fácil de comprobar). Este señor se inventó la Pía Unión, que afirma tener seminarios (no he encontrado ninguno) y cuando estalló toda esta polémica se fue a vivir con las monjas al monasterio. No sé si se llevó a su doncella y a su mayordomo.
El cura coctelero, que se llama José Ceacero, es la persona que está haciendo de portavoz de las monjas y es la que habla con los medios que están apostados en la puerta del convento. Ya había aparecido en prensa como un barman destacado en Bilbao en los primeros 2000 pero ahora aparece siempre con el vestido talar. Afirma que fue ordenado sacerdote en 2005 por Pablo de Rojas y que en 2019 ambos fueron excomulgados por el obispo de Burgos Mario Iceta.
En una entrevista, Ceacero afirma que conocieron a las monjas porque ellas se pusieron en contacto con Rojas y con él después de ver su web. Esto es bastante habitual porque las clarisas no pueden celebrar misas y se suelen poner en contacto con sacerdotes de su confianza tanto para las eucaristías como para dar formaciones. Esto no lo dicen pero mi hipótesis es que hubo match espiritual y les gustó la manera de predicar o de decir misa o se pusieron nostálgicas...
¿Y ahora qué?
Ahora tenemos varios acontecimientos que pueden suceder: por un lado a nivel de la iglesia y por otro lado a nivel civil. A nivel iglesia no les pueden hacer nada más porque la religión es un constructo social como ya sabéis todos los agnósticos, ateos y apóstatas. Literalmente no les pueden hacer nada porque ellas han decidido que la iglesia conciliar no es su rollo así que se montan su iglesia por su cuenta con el obispo nostálgico.
A nivel particular, como no soy abogada no sé los próximos pasos. No sé si las van a desalojar llamando a los de desokupa, se van a ir a cantar la canción de "En la orilla he dejado tu barca" hasta que salgan o si les darán el convento y que se apañen ellas.
Lo que sí sé es que hay una corriente de personas en la órbita católica que está con ellas, que les están haciendo llegar donativos (han habilitado cuentas bancarias aparte de las del obispo y les pueden encargar trufas por correo electrónico) y en su perfil de Instagram hay bastantes mensajes de apoyo. Sé que en la iglesia están preocupados porque hace un montón que no hay cismas a este nivel y sobre todo sé que, además de las almas de las clarisas está en juego una cantidad de pasta que se mide en millones. El obispo Iceta ha dicho que no lo hace por la pasta y que le da igual el monasterio pero ahí sigue enganchado a las cuentas de las monjas.
Gracias por haber llegado hasta aquí si lo habéis hecho, por contexto he estado bastante cerca de clarisas durante unos 10 años de mi vida así que tengo una idea bastante clara de lo que bulle dentro del convento. Si necesitáis aclaraciones o más fuentes aquí estoy, creo que os he dado una turra suficiente por hoy :)