Un hallazgo arqueológico reciente en la pequeña localidad belga de Pommerœul, cerca de la frontera con Francia, ha revelado una extraña mezcla de restos humanos de épocas distintas en una sola tumba. Un equipo de investigadores, mediante análisis avanzados de ADN y dataciones de radiocarbono, determinó que un entierro originalmente clasificado como romano, en realidad contiene huesos del Neolítico Tardío combinados con un cráneo de época galo-romana, que fue añadido siglos después.