"Donde la tierra habla al paraíso", se lee encima del arco de entrada. A la derecha está la taquilla. Son 4.000 liras por persona (2,3 euros). Hay una rampa adoquinada con un cuidado jardín a los lados. A la izquierda está la tienda de 'souvenires' y a la derecha, una pequeña cafetería con algunas mesas de patio. En la rotonda central se contempla una sala de rezos, unos baños públicos y una especie de salón de exposiciones.Para no perderse, unas señales escultóricas con forma de bala van indicando el trayecto a seguir.