Macarena Olona anunció este viernes que abandonaba la política por razones de salud. A través de un comunicado de cuatro párrafos, la líder de Vox en Andalucía aseguraba que “después de más de tres años dedicada en cuerpo y alma al servicio público”, se había reunido con Santiago Abascal para comunicarle el cese de su actividad política. Lo cierto es que no quería quedarse en Andalucía, pese a haber pedido abiertamente liderar dicha candidatura, que se partió con esperanzas de victoria y acabó siendo un gigantesco fracaso electoral.

La parlamentaria electa de Vox se despidió de la Cámara Baja, y aseguró que su cese estaba automatizado para cuando lograse el acta en Andalucía. Olona dijo que había dimitido como diputada, pero, en realidad, firmó un texto en el que este cese estaba vinculado a la obtención del acta de parlamentaria. Varios parlamentarios electos del 19 de junio ya ha formalizado su acta. En el momento en que sea efectiva, Olona tiene que decidir si será congresista o parlamentaria por Andalucía.

La candidata de Vox admite que sus resultados no son los que esperaban, pero afirma que "liderarán la oposición" y denuncia ser víctima de "terrorismo informativo". Sobre si se quedará en el Parlamento andaluz o volverá al Congreso, donde aún mantiene su acta de diputada, ha respondido: "No puedo asegurarle cuáles son los designios de Dios".