La Asociación y el tribunal aplican, muy desacertadamente, el delito de odio u hostilidad por la pertenencia a una religión y el de escarnio a una confesión religiosa.Parecen ignorar que ese monumento, incluida la cruz, fue construido por unos 20.000 presos–muchos de los cuales murieron–, en régimen de trabajo forzado, desde 1940 hasta 1959 como mausoleo al dictador y para su exaltación y la de sus crímenes. Era evidente y sigue siéndolo que no es un monumento religioso, es y será una muestra del poder de los vencedores fascistas.