Tras encallar la lancha en la arena, casi sobre un joven que tuvo que escapar sacando la pierna de debajo del lateral de la embarcación, dos narcos salieron a correr por la playa mientras la patrullera de la Guardia Civil se quedaba en el agua, tras ellos. No contaban con la reacción de la gente. Los bañistas, asombrados, permanecen quietos unos segundos, para después, sorprendentemente, lanzarse a la carrera tras ellos. Primero una persona, luego otra… y otra… finalmente un nutrido grupo de ciudadanos retiene e inmoviliza a uno de los narcotra