Brasil, y en concreto la ciudad de Río de Janeiro, viven estos días inmersos en un ambiente de completa inseguridad ciudadana. A menos de dos meses para el inicio de la Copa del Mundo de fútbol, la brutalidad exhibida en las continuas operaciones policiales en las favelas de la ciudad han creado un clima de gran tensión entre sus habitantes y la policía. En la noche de ayer, cientos de vecinos de la favela de Pavao-Pavaozinho, en Copacabana, salieron a las calles a protestar por la muerte violenta de un joven a manos de la Policía.