Los satélites de hace 20 años eran grandes como una habitación, supercostosos y muy difíciles de desarrollar. Ahora se lanzan nanosatélites del tamaño de una caja de zapatos, y se lanzan por cientos”. Las palabras corresponden a Cristina Poncel Magnusson, CEO de la startup Skansense, especializada en el procesamiento de imágenes satelitales.