La niña posa su mirada de ojos azules sobre el objetivo de la cámara mientras entrelaza los dedos sobre el escritorio, encima los libros de estudio. Una cabellera rubia anudada con un lazo negro le destapa la frente. Tras ella, un mapa de la Europa de la Guerra Fría. En el plano, como un temprano augurio, las siglas de la URSS. La Rusia de posguerra. El lugar al que la niña de la foto, Carme Pelach, iba a recurrir para adoptar a Sasha, su segunda hija.