Dos patatas, dos zanahorias, dos plátanos, tres manzanas, un tomate. Algo de queso y una lata de alubias. Pan de molde y unos macarrones. Y chucherías. Es un pack de alimentación para niños pobres en el Reino Unido. Tienen que estirarlo durante diez días. Precio que la empresa suministradora factura al gobierno: treinta libras. Precio real: poco más de cinco. Lo denuncia un futbolista del Manchester United, Marcus Rashford, y las redes se llenan de fotos de otros menús infames. El primer ministro se dice espantado.