Un hombre de 80 años falleció en Reino Unido después de que su quiropráctica le partiera el cuello durante una sesión.

John Lawler, de 80 años, asistía a su primera quiropráctica en York en agosto de 2017 cuando dijo que no podía sentir sus brazos y quedó hecho un "muñeco de trapo". Fue llevado al Hospital de York y luego trasladado a la Enfermería General de Leeds, donde murió al día siguiente. Una investigación policial sobre su muerte descartó cualquier cargo penal. "Comenzó por los hombros y rodeó su cuerpo... Luego él gritó '¡Me haces daño! ¡Me haces daño! No puedo sentir mis brazos'", dijo la Sra. Lawler durante la investigación.

Daniel David (DD) Palmer, inventor del campo de la atención quiropráctica, decía que la idea del cuidado quiropráctico le vino del "otro mundo" durante una sesión de espiritismo. Además del dolor de espalda, algunos quiroprácticos afirman "arreglar" una asombrosa variedad de problemas, incluyendo alergias, apendicitis, diabetes, hiperactividad, cólicos, estrabismo, enfermedades cardíacas y, en los bebés, el "trauma" de pasar por el canal del parto.

Después de las declaraciones de Alberto Contador sobre la presencia de quiroprácticos y osteópatas en los equipos de ciclismo, muchos fisioterapeutas han alzado la voz en contra del intrusismo laboral al que se ven sometidos en su sector. Pero las técnicas usadas por estos peudoterapeutas son mucho más que simple intrusismo. También pueden ser peligrosas para los deportistas y la población general.

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