El hackeo pilló por sorpresa a todo el mundo. Eran las once de la noche del 17 de mayo de 2016. Y de repente, el perfil de Twitter del Sindicato de los Mossos d’Esquadra (SME) empezó a escribir cosas sorprendentes. “¡Mossos en huelga! Estamos cansados de servir a los poderosos y luchar contra el pueblo”, rezaba el primer tuit. Le siguieron varios del mismo estilo, con un comunicado de “refundación” del sindicato. A las 23.23 se culminó la peor parte del ataque informático: la difusión de los datos personales de más de 5.400 mossos d’esquadra.

El Sindicato Independiente de los Mossos (USPAC) ha emitido un comunicado donde critica cómo se está llevando el caso y la poca base de las pruebas, que demostrarían que "no se trata de ningún grupo organizado, sino de unos amigos" antisistema "que han hecho unos cursos de hackeo ". Esta es, según USPAC, "la única información que se ha podido probar, aparte de unos carteles con publicidad de Anonymous" y, también, su pertenencia a "un grupo universitario antisistema desde 2009".

Los Mossos podrían haber encontrado los 'hackers' que se escondían detrás del seudónimo Phineas Fisher, la persona o grupo que reivindicó en una entrevista a este diario el ataque informático en la web del Sindicato de Mossos (SME) y la filtración en mayo de datos personales -incluyendo la dirección- de 5.540 policías. Según ha avanzado el quincenal 'Directa' y han confirmado a la ARA fuentes del cuerpo, la Policía Nacional, con el apoyo de los Mossos, ha hecho una detención en Salamanca. La policía catalana también está registrando ahora mismo