El presunto parricida de Getafe ahogó a los niños en la bañera antes de tumbarlos en la cama y prender fuego a la vivienda. Así lo revela la autopsia, según apunta el diario 'El Mundo'. Alejandro, de 13 años, y Marina, de ocho, estaban solos y encerrados en la vivienda cuando comenzó a arder. El progenitor, por su parte, murió minutos después tras ser arrollado por un tren a escasos kilómetros del lugar del suceso