La publicidad es, además de un fenómeno económico y social, un sistema de comunicación. Y como tal, cuenta con dos componentes comunicativos claros: el informativo y el persuasivo. Pero ¿cómo llega la publicidad a transmitir un mensaje en anuncios hipercodificados? ¿Y cómo lo hace cuando muchos de ellos están en otros idiomas? Para informar y persuadir, los anuncios utilizan diferentes sistemas semióticos (imágenes, sonidos, colores, etc.) y todos ellos tienen como objetivo último que el receptor lleve a cabo una acción determinada.