Ropa, comida, gadgets, teléfonos móviles, consolas, coches, combustible… Se calcula que alrededor del 90 % del comercio mundial se transporta por mar. La industria marítima es vital para la economía global, pero es una de las más contaminantes: los buques liberan cantidades ingentes de emisiones de CO₂, al aire y al agua, y generan montones de residuos plásticos. Poner remedio a un problema de semejante magnitud no es precisamente fácil. La Organización Marítima Internacional (OMI) cree que la solución es un impuesto al transporte marítimo

La Comisión Europea ha celebrado las nuevas ambiciones climáticas de la Organización Marítima Internacional (OMI) para alcanzar las cero emisiones netas de los barcos "para o alrededor de 2050", aumentando el objetivo que se marcó en 2018 para reducirlas en un 50%, y urge a aplicar el acuerdo "lo antes posible". Bruselas considera este acuerdo como un "hito" para reducir la huella de carbono del transporte marítimo internacional y garantizar que haga una contribución justa a la consecución de los objetivos del Acuerdo de París.

Panamá y Liberia dieron a conocer su respaldo conjunto en una declaración para garantizar cambios seguros de tripulantes de barcos durante la pandemia Covid-19, con base a los pasos recomendados por la Organización Marítima Internacional (OMI). Esta iniciativa busca resolver el problema de más de 150 mil marinos que permanecen a bordo en los buques para la rotación que hacen cada mes. Como se declaró la cuarentena, la mayoría de ellos se han tenido que quedar en las embarcaciones y los que iban a relevar permanecen en tierra.

Los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre ya superan consistentemente la simbólica marca de 400 partes de CO2 por cada millón de moléculas (ppm). La simbólica marca -que muchos científicos creen es prueba irrefutable de la responsabilidad humana sobre el cambio climático- ya había sido superada por primera vez en la historia moderna el año pasado. Pero, según la OMI, todo indica que 2016 va a ser el primer año completo en superarla, en buena medida por causa del reciente fenómeno de El Niño.

El rescate del pesquero Gure Uxua, tuvo lugar en febrero a 50 millas náut. al N de Navia en condiciones extremas con vientos de fuerza 8, mar arbolada con olas de 10 m, y escasa visibilidad. El Helimer 211, con base en Gijón, rescató a 7 de los tripulantes y el Pesca II, con base en Celeiro, a otros 5. Es el segundo año consecutivo en que la OMI concede reconocimiento a tripulaciones de helicópteros españolas; Helimer 401 de Salvamento Marítimo –con base en La Coruña- y de nuevo el Pesca II, lo recibieron por el rescate del buque Modern Express

La Comisión Europea ha aprobado una nueva disposición que exige que todos los buques pesqueros de la UE y los buques extranjeros que pesquen en aguas comunitarias cuenten con un número de identificación único durante todo su ciclo de vida, desde su construcción hasta el momento de su eliminación. Aviones, automóviles e incluso las vacas tienen códigos de identificación únicos que permiten hacer un seguimiento de los mismos durante toda su vida, pero que los buques pesqueros no, lo que les permite pescar ilegalmente con facilidad.