Las instalaciones de almacenamiento de gas de España están llenas. Tan llenas, de hecho, que muchos de los enormes buques de gas natural licuado que abastecen de combustible al país no pueden deshacerse de su carga y se encuentran atascados frente a las terminales portuarias de las costas españolas.

España, como el resto de Europa, no ha puesto restricciones a las importaciones del combustible del país liderado por Vladimir Putin, observa en tiempo real la entrada del metanero Nikolay Urvantsev con gas ruso entrando en Bilbao.

Los problemas en la cadena de suministro y la guerra en Ucrania han disparado el precio del gas natural. En este escenario y para reducir la dependencia de Rusia, cada vez es mayor el uso de gas natural licuado (GNL), que no necesita de una compleja y costosa infraestructura de tuberías y conductos para su transporte.

Los tanqueros de GNL atracaron o cargaron en las siete terminales de exportación de gas natural licuado de EE.UU. por primera vez el 12 de febrero, marcando así un hito en la industria de ese país y estableciendo flujos récord hacia las plantas en medio de los altos precios y las tensiones en Europa. Esto ha sido una tendencia desde el año pasado cuando las terminales de exportación de GNL de Estados Unidos enviaron un récord de 1.043 cargas, con las naciones asiáticas constituyendo casi la mitad de los destinos y Europa un tercio

Las abrumadoras importaciones de GNL han despertado del letargo a las regasificadoras españolas. En enero de 2022, y respecto al mismo mes de 2021, la descarga de GNL de buques metaneros aumentó en un 64,4% (25.976 GWh) y el número de buques aumentó a los 26 con respecto a los 19 metaneros anteriores.

En 2019, la demanda de gas natural en España creció un 14% y se situó en 398 TWh, el dato más alto desde 2010. Según datos de Enagás, este incremento estuvo motivado principalmente por el crecimiento de la demanda para generación de electricidad, más de un 80%, ya que el gas ocupó el hueco dejado por las plantas de carbón paradas, y el consumo de la industria, que subió un 2% y representa alrededor del 60% del total de la demanda (214 TWh).