Si bien el Estado Islámico continúa publicando horribles vídeos de las frecuentes ejecuciones de rehenes y de los brutales ataques al enemigo, poco se sabe del engranaje interno del grupo. Vice logra acceder al centro del movimiento, en Raqqa, presenciar las patrullas callejeras y conocer a los presos y a los combatientes en el frente de batalla