El peligroso atracador de bancos zaragozano relata por primera vez cómo pasó los 35 días que estuvo huyendo de la Policía y la Guardia Civil tras escaparse de una ambulancia cuando lo llevaban a la prisión de Zuera. Vio la oportunidad y la aprovechó. Tras pasar en prisión 36 de sus 60 años de vida y con una pena todavía sin cumplir de otros 25, Benito Ortiz Perea no se lo pensó dos veces. "Estaba muy malo, recién operado y me dejaron flojas las esposas, así que solo tuve que empujarlas hacia abajo. Sabía que el de la ambulancia era nuevo,