Los planes de emergencias no se han cumplido, las plantillas de bomberos están mal pagadas y desmotivadas y apenas se limpian los montes de la zona. La desidia política se traduce en tierra deforestada, esquilmada, y otros factores como el abandono rural, la falta de limpieza en los montes, la dejación de los cultivos y el descuido a la hora de mantener fajas auxiliares (áreas de unos cinco metros de ancho que cortan el fuego a ambos lados de las pistas, caminos, sendas y carreteras forestales) hacen el resto.

Urbanizaciones Montepino y Montesol afectadas por el incendio forestal de Llutxent, en Gandía.

El Gobierno ha enviado cuatro aviones anfibios y tres helicópteros, así como una Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales. Ya han ardido más de 2.900 hectáreas y el viento no ayuda a su control. Casi 3000 personas han sido desalojadas de sus casas y 20 viviendas han sido calcinadas.

La alcaldesa de Gandía (Valencia), Diana Morant Ripoll, ha admitido este miércoles que los equipos de extinción de incendios desplazamos en la zona no han sido capaces de controlar aún el fuego de Llutxent, que sigue avanzando en Gandía. Morant ha explicado, en declaraciones a Onda Cero, que "los bomberos hablan de unas circunstancias que han cambiado los protocolos de actuación porque el fuego es de una intensidad y virulencia parecidos a los que se han visto por las televisiones en Grecia".

El incendio forestal que comenzó a primeras horas de la tarde del lunes en Llutxent (Valencia) ha quemado ya 1.400 hectáreas, según la última medición realizada por los servicios de extinción coordinados por Emergencias de la Generalitat Valenciana. Y todo apunta a que su origen fue un rayo, según ha indicado el director general de la Agencia de Seguridad, José María Ángel.

Marcos Benavent, el exgerente de Imelsa y garganta profunda de la Operación Taula, tiene un nuevo frente judicial abierto. Al rosario de delitos por corrupción a los que se enfrenta en el juzgado de Instrucción número 18, ahora se une una nueva acusación en otro juzgado. En este nuevo caso, el autodenominado yonki del dinero está imputado como presunto autor de un delito de estafa tras ser presentarse una querella en 2015 por parte de la empresa de la que fue gerente, Imelsa.