No le den ustedes más vueltas, el discurso antipolítico de Ayuso es un calco del de Franco. Ayuso habla de "boicot" y acusa a los sanitarios y a todos los que acudieron a la masiva manifestación de ayer de "hacer activismo político contra mí". Este discurso para paletos sigue funcionando porque explota otro reduccionismo y punto clave de un conocido manual de la propaganda: el principio de la simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo; individualizar al adversario en un único enemigo.

Cuentan que Isabel Díaz Trumpita pilló el móvil desde Galicia y marcó el número de Alberto. Hizo una pausa dramática y le susurró: «Por ahí no, eso es una barbaridad». Y colgó. Dicho y hecho. Al ratillo, Feijóo rompía el diálogo con el PSOE sobre la renovación del del CGPJ cuando se daba por hecho que iban a llegar a algún apaño. Los populares acataron la orden de Ayuso a través de este comunicado:(...)

Miguel Ángel Rodríguez, alias «MAR», es ese personaje sórdido más conocido por su larga etapa de lamedor de suelos por los que reptaba el muy prescindible y nunca añorado José María Aznar. Sí, aquel indigente mental y belicista que llegó a ser presidente y que sólo será recordado como integrante activo del trío de los asesinos y por hartarse de mentir, entre otras mierdas al uso, propias del Partido Popular.

Que no tenemos punto medio ni memoria es algo que huelga recordar. Los hay que creen que tomar las mínimas precauciones a la vista de la variante Delta es ser catastrofista o que se hace para “meter miedo”, pero lo cierto es que, después de lo vivido, sería muy triste tener que vernos metidos en otra ola gorda, aunque fuera, según dicen, de mucho menor impacto que cualquiera de las anteriores. Los casos de coronavirus han vuelto a repuntar de diez comunidades, así que las imágenes de la chavalería tirando las mascarillas al aire (...)

Desde hace un tiempo intento huir del continuo caudal de chorradas que genera la incontinencia gilipollística de Isabel Díaz Ayuso, pero hay que admitir que para escapar del todo debería instalarme en una gruta en el lugar más remoto y aislado del planeta o directamente pillar un cohete y mudarme a otro. Hace unos días Ayuso vaticinó una nueva movida madrileña: “se vivirá una auténtica revolución, que solo es asimilable a la de los años 80”.

En algunos de esos medios llamados “generalistas” siguen sin encontrar las palabras para describir a Vox y hablan de “ambos extremos” equiparando a unos con otros mientras tiran de esa retórica asquerosa más que conocida para evitar llamar a cada cosa por su nombre, cuando de la ultraderecha se trata. Lo de siempre.

El silencio administrativo negativo aplicado a determinadas gestiones, como puede ser en la solicitud del Ingreso Mínimo Vital, es el máximo exponente del despotismo legal de la maquinaria paquidérmica del Estado.

Los del bandereo salieron convocados por garrulos como Javier Orgega Smith, que asegura que el virus ha sido creado en un laboratorio por el comunismo chino como arma biológica. Una vez en harina, entre el ruido de motores pasados de vueltas, bocinazos y los tradicionales cánticos de “yo soy españó, españó, españó“, otro castrojo, Espinosa de los Monteros, aseguraba excitado que lo suyo era como un alegre triunfo furgolero. Algunos iban tan ciegos que ya no distinguían ni “a los suyos” y agredían a periodistas, algunos de ellos de "La Razón".

Viñeta de JRMora para CTXT sobre las manifestaciones programadas contra el gobierno: "¿Te gusta conducir?".

Viñeta de Jr Mora sobre Ayuso.

Me levanto todo ilusionado porque sé que cuando acabe el día podré bajar a tirar la basura. Los que no tenemos perro ni hijos tenemos que conformarnos con ir a comprar alimentos cada diez o quince días y con lo diario de la bolsa de basura. Algún día me he dado un capricho y he ido a tirarla al otro contenedor que está 20 metros más allá para redescubrir el inhóspito yermo y estirar el paseo dos minutillos más.

La tan anunciada y contundente derogación de la reforma laboral se ha quedado en unas cuantas ñapas. No sigamos haciéndonos los sorprendidos, se puede ser ingenuo por edad, pero eso se cura con un par de elecciones. Ya sabemos que los actos de campaña son entretenimiento de ficción, teatros donde se promete oro pero las sillas son de plástico. Mentiras por la causa, un lenguaje, una forma de expresarse, que diría el otro.

El baño. Ya se han configurado los ayuntamientos, gracias a distintos pactos con Ciudadanos y Vox, el PP ha rescatado 4 de las 8 grandes ciudades.

Cono supongo ya sabrán, ha subido el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 900 a 950 euros en 14 pagas. O lo que es lo mismo, un sueldo mínimo de 1.108,33 euros al mes en 12 pagas. Y como era de esperar, esa tropa de nuevos tiesos que se autodenominan liberales no se ha hecho esperar. Se han arrimado enseguida al discurso de los que vaticinan maremotos de desempleo y caos laboral. Tal y como hicieron en 2018.