Andan los sarcásticos genios enloquecidos de la revista “Mongolia” permanentemente asediados por opiniones críticas que les acusan de no respetar los límites del humor. Tras cada número, con cada portada, con cada chiste, media opinión pública brama que hay asuntos que no pueden ser tratados desde la sátira. ¿Y desde el drama? ¿Sólo ha de tener límites el humor? ¿Cuáles son los límites del musical, del terror, del costumbrismo? Más aun, ¿cuáles son los límites del drama y de la tragedia?