Las últimas semanas, extrañas controversias políticas han dominado los medios estadounidenses y alemanes. En Estados Unidos todavía se debate la ambigua respuesta del presidente Donald Trump a los hechos de violencia cometidos por supremacistas blancos y neonazis en Charlottesville (Virginia). Y los alemanes discuten un ensayo publicado por el viceministro de finanzas, Jens Spahn, en el que denuncia que los hipsters berlineses que hablan en inglés están debilitando la identidad nacional alemana.