Los rusos creyeron que no les costaría mucho atacar y hacer capitular a Ucrania. Que sería cuestión de días. Y, sí, somos un país pacífico. Pero, cuando alguien viene a robarnos la tierra y a violar y matar mujeres y niños, la paciencia se agota y el pueblo se une. Los ucranianos no nos vamos a rendir, lucharemos hasta la victoria. Ya habríamos ganado si los europeos hubiesen reaccionado a tiempo, si hubiesen entendido que Putin lidera un gobierno mafioso en el que no se puede confiar y que es una amenaza para todo el mundo civilizado.