La marca de cuchillas acaba de lanzar un anuncio, que ha levantado polvareda en las redes sociales, que trata sobre la masculinidad tóxica, es decir, las actitudes y comentarios que a lo largo de la historia relacionan el rol del género masculino con la violencia, la insensibilidad y la agresividad sexual. A pesar de que muchos clientes y usuarios de la marca se han mostrado a favor del mensaje que transmite, otros se han sentido molestos, hasta el punto de que se ha iniciado una campaña de boicot contra el fabricante P&G

Procter & Gamble ha informado una pérdida neta de $ 5,24 mil millones, lo que provocó especulaciones sobre si hay un boicot a los productos de afeitado Gillette después de su campaña publicitaria atacando a los hombres

El boicot de los clientes a la marca por un anuncio en el que se ridiculizaba al sexo masculino ha llevado a la compañía a rectificar su estrategia. Gillette parece recular después del aluvión de críticas recibidas tras lanzar un spot contra "la masculinidad tóxica". El varón era retratado como un ser sin educación, irrespetuoso con las mujeres y de bajo cociente intelectual.

el anuncio de Gillette sobre la masculinidad tóxica del que está hablando todo el mundo así como de la incipiente popularización de la crítica a lo políticamente incorrecto y en contra del tutelaje feminista a través del estado.

El anuncio de Gillette contra la masculinidad tóxica, el acoso y el abuso ha incendiado las redes con todo tipo de opiniones y comentarios.

La última publicidad de la marca Gillette llama a los hombres a que "se afeiten" la masculinidad tóxica bajo el lema "lo mejor que los hombres pueden ser"El anuncio, que muestra varias escenas de hombres violentos, acosando o riéndose de agresiones machistas, ha generado una gran reacción por parte de muchos hombres y acumula miles de votos negativos en YoutubeOtras voces lo defienden: "En serio, si su masculinidad se ve amenazada por un anuncio que dice que deberíamos ser más amables, entonces no la está usando bien", ha tuiteado el periodista

Si para algunos es difícil educar a un perro, imagínense a un caimán de dos metros. A Philippe Gillet, un francés de 67 años, no parece preocuparle el tamaño de sus reptiles. Este coleccionista de animales comparte su casa día a día con más de 400 animales entre los que hay dos caimanes llamados Ali y Gator, una cobra, y una tortuga de 50 kilos. Convencido de que la opinión pública tiene una imagen equivocada de estos animales, el francés organiza espectáculos durante el año junto a su organización Inf-Faune para reeducar a su público