Una bailarina de 25 años originaria de Nueva York murió luego de ingerir unas galletas mal etiquetadas. Orla Baxendale, nombre de la joven, sufrió un shock anafiláctico como resultado de una reacción alérgica grave cuando comió una galleta de vainilla. La abogada Marijo Adimey explicó que el fallecimiento de la bailarina fue debido a que las galletas contenían entre sus ingredientes cacahuates, a los cuales era alérgica la joven, sin embargo este ingrediente no estaba en la etiqueta del alimento.

Grupo Siro, uno de los gigantes galleteros de España, se asoma al cierre. En pleno contencioso con su plantilla por el plan de viabilidad para sus plantas en Aguilar de Campoo, Venta de Baños y Toro, en Castilla y León, la entidad ha anunciado el cese de su actividad tras la negativa de buena parte de sus empleados a acogerse al programa de recortes propuesto por los inversores que iban a hacerse con la empresa. Si no se encuentra financiación, la compañía está condenada a la liquidación en los próximos meses, lo que afectaría a 1.500 personas.

Una niña de dos años murió después de comer una galleta envenenada que, según los informes, fue arrojada a su jardín para silenciar al ruidoso perro de la familia . Heidy Valeria, de dos años, dejó de respirar mientras los médicos luchaban por salvarla en el estado mexicano de Jalisco. Su muerte se produjo el 3 de febrero.

Cinco paquetes de galletas María de distintas cadenas para que un repostero profesional las valore. ¿Cuáles serán mejores?

Entre los abusos se encontraban sodomizaciones con palos de hockey; obligarles a hacer el juego de la galleta (masturbarse y eyacular sobre una misma rebanada de pan y el último en hacerlo debe comérsela); obligar a los novatos a mantener relaciones sexuales con prostitutas con el resto del equipo mirando; obligar a pelear en los entrenamientos (con apuestas incluidas); escupir, orinar y defecar en la pista y que los novatos se vieran obligados a recogerlo; azotes, bofetadas, palizas constantes...

El nombre les resultará algo más que familiar. Sus cientos de tipos de galleta están, sencillamente, en todas partes. Desde la maría dorada a sus pioneras galletas integrales, pasando por las cookies bios o las creme tropical. Las hacen todas y, posiblemente, de la mejor manera. Su epicentro está situado en Aguilar de Campoo (Palencia), un pueblo de no más de 7.000 habitantes que desde hace 127 años sigue en pie gracias al trabajo que procura esta empresa y quien la lidera, la tercera y cuarta generación de la saga Gullón.