Tras años fugado de la justicia, el grupo Localización de Fugitivos de la Policía Nacional ha dado con él oculto tras una de sus múltiples identidades falsas en un hotel de Madrid. Su nombre, Michael James Pratt. Era uno de los 10 hombres más buscados del mundo por el FBI. Había sido condenado a cadena perpetua en por los delitos de pornografía infantil, explotación sexual, agresión sexual y ganancias ilícitas. Se dedicaba a la producción audiovisual de pornografía, reclutando mediante engaños a menores y mujeres de corta edad.