El emblemático refugio situado a los pies del Mont Maudit se desplomó por culpa de la inestabilidad de su base rocosa. Las temperaturas extraordinariamente altas de este verano son la causa más probable.
El calor de este verano europeo abrasador acaba con un pedazo de historia: el vivac de La Fourche se derrumba y cae sobre el glaciar de la Brenva, 300 metros más abajo.