"Hay que trabajar bastante y ajustarse el hierro de la nariz muy bien para que selle de verdad", incide Jiménez. De hecho, advierte, sólo unos pocos logran ajustarse y colocarse de una manera eficaz la mascarilla FFP2 porque el material del que están hechas, pese a que es muy bueno para lograr un filtrado óptimo, es pésimo para proporcionar un correcto ajuste. Incluso debe afeitarse la barba si interfiere en la colocación. Además "Las mascarillas son imperfectas" y que, aunque reducen contagios, no los suprimen".