Una investigación de la Universidad de Harvard señala que los horarios convencionales, de lunes a jueves y de 9 a 5, hacen que los trabajadores, por lo general, estén más cómodos y motivados. El estudio. Realizaron un estudio con casi 2.000 profesionales y estudiantes de EEUU y varios países de Europa, y llegaron a la conclusión de que trabajar en horarios no convencionales, como alrededor de la hora de la cena o en días festivos, reducía la motivación de las personas al desempeñar sus labores y las hacía sentir incómodas.