Las condiciones laborales descritas en el atestado policial son alarmantes. Los jóvenes artistas trabajaban de lunes a sábado, de 9:30 a 19:30, por un salario mensual que empezó en 300 euros y luego subió a 500 euros. Compartían habitaciones en un hostal del centro de Madrid, con cuatro personas por habitación, y solo se les proporcionaba un menú de 10 euros al día en un único restaurante, teniendo que costearse el desayuno y la cena por su cuenta. Además, si querían ganar más dinero, debían trabajar poniendo copas en el bar Canalla al terminar