La cabeza del líder de ISIS vale 25 millones de dolares, lo mismo que se ofrecía por Bin Laden. El acoso no le permite quedarse en el mismo lugar durante más de 72 horas y ha reducido su número de escoltas para llamar menos la atención. En los alrededores del Éufrates están los pozos petrolíferos por los que pelean sirios, kurdos, estadounidenses, suníes y chiíes, por ahí se le supone moviéndose sin parar, pero matar al líder fugitivo no acaba con su estirpe. Cuando Al-Baghdadi salte por los aires ya se estará ahorrando para otra recompensa.