Se trata de una campaña contra los matrimonios forzados y la ablación que sufren niñas musulmanas. Se esconden la cuchara en la ropa, para que al pasar por el detector de metales suene la alarma.
Cucharillas de plata, servilletas, pisapapeles, adornos caros, objetos de cristal... El personal de la Casa Blanca tiene que reponer constantemente lo que sus ilustres invitados se meten al bolsillo