María del Carmen y su hija se encontraron en el aeropuerto de San Petersburgo un neceser en el suelo. La madre abrió el neceser -propiedad al parecer de una joven rusa de 20 años- comprobó que dentro había unos pendientes de bisutería, maquillaje, un cargador de móvil, unas gafas de sol y otras graduadas. Decidió quedárselo y ahora se enfrenta a cinco años de prisión por robo en Rusia. Su hija Lola reclama "una solución" al asunto al Consulado de España "que no tiene corazón", según ella, y remarca que su madre "no ha matado a nadie"