Decenas de miles de rumanos tienen una deuda pendiente con su pasado. En concreto, con su paso por los orfanatos durante la dictadura de Ceaucescu. Se calcula que medio millón de niños pasó su infancia en esos centros, donde los abusos, la escasez, el hambre y las violaciones estaban a la orden del día.

Al ser interpelada por la gestión y corrupción de Avalmadrid, ente público dirigido por los últimos Gobiernos del PP en la Comunidad que se ha destapado como un chiringuito de financiación pública para empresas amigas del partido, Isabel Díaz Ayuso evitó el tema de una manera a la que los políticos nos tienen habituados: soltar una barbaridad para que la atención cambie de foco.

“Construir el socialismo en Rumania”. Esa fue la respuesta de Nicolae Ceausescu, quien habría cumplido hoy cien años, a un periodista occidental, explicó este viernes el historiador Vladimir Tismaneau. El dictador comunista, que fue ejecutado el 25 de diciembre de 1989, no fue un tirano común. Con el apoyo del aparato de partido y de la Securitate -la policía secreta- Ceausescu impuso un culto a su personalidad, que no se limitaba, como el de Albania, a su persona, sino a la de su esposa Elena y a otros miembros de la familia, dice el experto.

Los nostálgicos del comunismo se congregaron el jueves en la tumba del dictador Nicolae Ceausescu y su esposa, quienes hace 25 años fueron fusilados en medio de una revuelta popular. Algunos rumanos van cada año en esta fecha al cementerio Ghencea. Este año apenas 15 personas estaban allí. Relacionada: www.meneame.net/story/pablo-iglesias-bruselas-llaman-nieto-ceausescu

En Bruselas "le llaman el nieto de Ceausescu", porque representa una izquierda que acabó cuando cayó "el muro de Berlín". Conocido como el último dictador de Europa, Nicolás Ceausescu gobernó la República Socialista de Rumanía desde 1967 hasta su ejecución en 1989 y fue secretario general del Partido Comunista Rumano en el periodo 1965-1989.

El ex presidente murió fusilado en diciembre de 1989 y su régimen era considerado uno de los más represivos y duros del antiguo bloque comunista. Pese a ello, el 69 % de los encuestados creen que en su época se vivía mejor.