Rusia ha desplegado un sistema de misiles antitanque Bulsae-4 M-2018 de Corea del Norte en Ucrania, avistado en la región de Járkiv. Este vehículo, que permite ataques a larga distancia sin línea de visión, representa un nuevo recurso en el arsenal ruso. Los misiles tienen un alcance superior a 10 km y pueden ser guiados por un operador a través de un cable de fibra óptica. Este despliegue marca un nuevo capítulo en la relación entre ambos países, que ya incluye transferencias de municiones y misiles balísticos.