Un usuario ha compartido a través de las redes una historia sobre como ayudó a un joven a darle una sorpresa a su novia llevándole un Roscón de Reyes de Tudela a Valencia con Blablacar.

Un usuario llamado Julio publicaba ayer una 'story' en Instagram mostrando una captura de pantalla de la app de viajes compartidos BlaBlaCar y la siguiente leyenda superpuesta: "Están utilizando mi nombre y mi foto. No soy yo!!! Si conocéis a alguna de estas chicas avisadlas". El usuario que ofrecía el viaje en BlaBlaCar (programado para la mañana de hoy, entre Granada y el Puerto de Santa María) también aparece como 'Julio'. La captura permitía comprobar que tenía tres chicas ya registradas como pasajeras de ese viaje.

El llamativo anuncio ha sido encontrado en el histórico Diario de Madrid en un ejemplar de 1971

MissCar es una aplicación que ya está disponible y gracias a la cual las mujeres pueden compartir viajes entre ellas. La particularidad de esta aplicación con respecto a otras es que en este caso tanto las conductoras como las pasajeras serán mujeres. De esta manera, muchas de ellas se sentirán mucho más seguras al viajar.

Un grupo de emprendedores sevillanos ha creado ‘MissCar’, una app de viajes compartidos donde únicamente se admiten usuarias

Una mujer de Madrid y con casa en Arcillá (Cospeito) dio positivo en coronavirus horas después de viajar en un coche compartido desde la capital y hasta el concello lucense. Algunas fuentes apuntan a que podría haber compartido Blablacar con dos funcionarios que podrían ser policías, y que también podrían estar contagiados.

Sus señorías no declaran esos complementos salariales ni tributan IRPF pero sí que esas retribuciones fijas y periódicas se cuentan al fijar las cesantías que cobran al dejar el cargo.

José Luis Cano, que ocupa escaño de Adelante Andalucía por Jaén, ha dimitido por viajar en Blablacar y a la vez cobrar las dietas por viajes. Es el segundo parlamentario andaluz que dimite por la misma práctica

“Soy una persona con mucha experiencia al volante, más de 30 años de carnet que, por motivos de trabajo hago el trayecto Almería-Sevilla todas las semanas. Persona extrovertida, con buena conversación. Me gustaría compartir viaje”. Por 24,5 euros el trayecto, claro. Que ha ingresado en al menos cuatro días del mes de octubre, pese a acumular 1.600 euros en dietas de transporte. Relacionada con otros meneos que no describen taxativamente los hechos.

El parlamentario andaluz de Ciudadanos por Almería, Andrés Samper, ha anunciado que ha decidido presentar su dimisión para no dañar a su partido tras la polémica generada en redes sociales por su oferta de viajes compartidos a través de la plataforma ‘Blablacar’. En concreto, en plataformas como Twitter, diferentes usuarios habían criticado que hubiese publicado anuncios ofreciendo viajes a Almería por 24,50 euros.

El diputado de Ciudadanos en el Parlamento de Andalucía Andrés Samper publicó varios viajes en la aplicación Blablacar a un precio de 24,50 euros para trayectos de Sevilla a Almería. El ingreso de estas cantidades es incompatible con las indemnizaciones por desplazamiento que cobra Samper como parlamentario por Almería, que ascienden a 410 euros semanales, además del kilometraje.

La primera vez que me hablaron de BlaBlaCar fue hace tres años. Por motivos personales me veía obligado a viajar una vez al mes a Castilla la Mancha. Seis horas de coche desde Asturias en la más estricta soledad y con el consiguiente gasto de gasolina, coche y peajes que largo trayecto suponía. No tenía alternativa en transporte público si no quería pasar casi todo el día viajando para cubrir un viaje que en coche se hacía en seis horas así que me animé a probar eso que tanto se hablaba por aquel entonces

Un viaje compartido en coche se convierte en un coladero de bulos La inmigración y el feminismo son los temas que más se prestan a la desinformación El alquiler y los bajos sueldos aprietan a los viajeros, pero apenas se oyen datos sobre ellos

A dos años de que CONFEBUS presentará un recurso de apelación contra BlaBlaCar en una demanda por competencia desleal, la Audiencia Provincial de Madrid ha ratificado que la app francesa "no es un sistema de transporte". Todo comenzó unos cuatro años atrás, cuando la patronal de empresas de transporte de viajeros en autobús (CONFEBUS) demandó a mediados de 2015 a la plataforma de viajes compartidos por competencia desleal.

Vitaly Chikirev, un exsoldado ruso de 39 años con antecedentes penales por violación, es el responsable de la muerte de Irina Akhmatova, una mujer de 29 años y madre de una niña de ocho. Al parecer, el asesino había creado varios perfiles falsos, tanto de hombres como de mujeres, en la red para compartir coche BlaBlaCar. Después, reservó todos los asientos disponibles en en el viaje que Irina iba a hacer entre Moscú y Tula, pero, a la hora de la verdad, sólo se presentó él, ya que el resto de los supuestos pasajeros eran falsos.

Vitaly Chikirev se creó en la aplicación Blablacar varios perfiles falsos con los que reservó todos los asientos del coche de Irina Akhmatova. Una vez en la carretera, éste la violó y acabó con su vida, aunque los investigadores no saben si la agresión sexual fue antes o después de su muerte.

Un juez confirma las multas de 4.001 euros que la Comunidad de Madrid impuso a uno de sus conductores, al que acusó de “realizar transporte público de viajeros careciendo de autorización de transporte” entre agosto de 2015 y abril de 2016.

Estar con tres desconocidos no siempre es la más cómoda de las experiencias, pero si eres mujer, los tres cretinos -podría introducirse un calificativo más sonoro, también- se conocen entre ellos y encima son tan cretinos como para ponerse a hacer bromas sobre secuestrarte, la cosa empieza a dar miedo: "Voy a contar lo que me acaba de pasar en un viaje de blablar porque tengo una impotencia y un pánico en el cuerpo que es que no sé qué hacer", cuenta la mujer en Twitter.

La chica cuenta su experiencia en un hilo de Twitter. Explica que su viaje de tres horas a Valencia acabó el lágrimas y zanja: "En fin, hasta nunca @blablacar_es .

Contra CONEBUS, Amovens y con dos de sus usuarios. Esas son las causas pendientes de BlaBlaCar justo cuando el sector del transporte pugna por liberalizar el negocio de las licencias de transporte en España.

Montarte en un coche para realizar un viaje de larga distancia con un desconocido. Esa situación, hace unos años conocida como autostop y hoy como plataformas de economía colaborativa, puede ser especialmente tensa si eres mujer. Por ese motivo, algunas usuarias prefieren que su conductora o que sus pasajeras sean también mujeres: Blablacar cuenta desde hace tiempo con un filtro que permite seleccionarlo así.

¿Queréis viajar conmigo en mi coche? Pues pagad. Pagad cabrones. Y si no os cobro más no es porque no quiera, es porque entonces quizás no encuentre a nadie dispuesto a comprar, y yo no quiero eso porque yo soy un ganador. De repente tengo la sensación poco agradable de que soy el problema de la sociedad, soy la pieza clave y fundamental que hace que todo esto siga funcionando, girando, y llenando todo de mierda. Me doy cuenta de una manera casi dolorosa de que hace un rato tuve en mi mano esa varita mágica que hace que puedas cambiar el mundo

Los creadores de la economía colaborativa acumulan millones de usuarios cada año a golpe de clic. Pero ni los viajes compartidos en Blablacar, ni los realizados con los chóferes de Uber, ni tampoco las noches de alquiler en Airbnb pasan por la ventanilla de Hacienda. Las últimas cuentas de resultados de 2016 disponibles en el Registro Mercantil reflejan cómo estas tres empresas pagaron conjuntamente poco más de 100.000 euros en Impuestos de Sociedades: 18.000 euros Blablacar, 55.211 Airbnb y 28.000 Uber.