Las investigaciones siguen sacando a la luz las horrorosas revelaciones en el sótano de la casa de Andrés Filomeno, un hombre de 72 años calificado de "tranquilo" por sus vecinos que escondía casi 4.000 restos humanos, evidencias de que podría haber matado y desmembrado a más de 30 mujeres en los últimos 20 años, ante la impunidad del sistema de justicia mexicano.

En la vivienda también se encontraron decenas de fotografías, un cuchillo, un machete, maquillaje y otros accesorios femeninos.

El hombre de la tercera edad, además de presuntamente matar a varias mujeres, pudo haber cometido actos de canibalismo al decir que se comió a algunas de ellas. Con dificultad al caminar, el sujeto de 72 años de edad fue esposado y trasladado al centro penitenciario de Tlalnepantla en calidad de imputado por el más reciente de sus feminicidios, el de una mujer llamada Reyna. Las autoridades recaban pruebas y continúan con una búsqueda minuciosa de más restos óseos en la casa del presunto delincuente.