Paul Joseph Watson sobre el impacto cultural de la ola de inmigración masiva desde África y países de mayoría musulmana a Francia y los cambios que experimenta París.

En la actualidad Suecia, un país aparentemente tranquilo, cuenta con 23 zonas 'no-go', donde ni siquiera se recomienda la entrada. Durante la afluencia migratoria del 2014 y 2015, Suecia aceptó a 244.178 solicitantes de asilo, por mucho la tasa per cápita más alta en la UE. Desde entonces los crímenes violentos se han disparado, especialmente las agresiones sexuales. Algunos suecos están hartos de lo que ven, como la pasividad de las autoridades, y han decidido actuar...

En una entrevista el lunes con la cadena de televisión alemana n-tv, Merkel dijo que favorece una política de cero tolerancia sobre el crimen y que incluye la prevención de "no go zones", "esas son áreas donde nadie se atreve a ir".

Europa tiene cerca de un millar de áreas urbanas en las que las autoridades democráticas han perdido todo control. Arrasadas por la inmigración, fundamentalmente musulmana, y en manos de bandas islamistas que mezclan la aplicación severa de la sharia (ley islámica) con la delincuencia más común, estas zonas, conocidas como no-go zones, son los territorios perdidos de la UE. Las ambulacias y los bomberos no se adentran en estas selvas de cemento sin protección policial, y las fuerzas de seguridad, en ocasiones, han de recurrir al Ejército.

Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, compartía ayer una noticia del digital La Información sobre el supuesto crecimiento en Europa de las llamadas "zonas no-go, esto es, barrios a los que es mejor no entrar si uno no es musulmán". La noticia en cuestión, además de mezclar desde el segundo párrafo musulmanes con extremistas, no aporta nada nuevo a las muchas que se publicaron

En un artículo en una de las principales revistas suecas, Forsking & Framsteg, se entrevista a Jacob Ekström, un oficial de policía que habla de la situación actual en la "no-go zones" en Suecia. "La situación se nos escapa de las manos", escribe, "si estamos persiguiendo un vehículo, puede escaparse fácilmente entrando en ciertos barrios donde un coche patrulla en solitario no puede entrar, ya que seríamos atacados con piedras e incluso deberíamos enfrentarnos a disturbios".