El Estado rechaza pagar 50.000 euros a las viudas y 25.000 euros a los huérfanos, que parte de los familiares habían reclamado para paliar los gastos derivados de 14 años de lucha en los tribunales.

El exministro Federico Trillo ha pedido hoy que se le deje trabajar "en paz" como letrado mayor del Consejo de Estado, un puesto que ha recordado que ganó por oposición. "Esta es mi profesión, la he ganado por oposición y lo que les ruego es que me dejen trabajar en paz", ha pedido Trillo a los periodistas a la salida del Consejo de Estado después de asistir a su primera reunión de la Comisión Permanente de esta institución tras reincorporarse a la misma.

Me da usted vergüenza, me da usted asco. Y solo espero que ahora, disfrace o no de voluntario su abandono de la embajada en Londres, no tenga la poca vergüenza de ir al mismo Consejo de Estado que lo ha considerado a usted responsable de la muerte de mi hermano y sus 61 compañeros. Llevo casi 14 años esperando una respuesta, esperando que usted tenga el valor de admitir sus errores, el mismo valor que tuvo para meter a 62 personas en un avión en dudosas condiciones, el mismo valor que tuvo para romper 62 familias, para arrebatar 62 vidas jugand

Eduardo Madina ha sugerido este lunes en el programa Hora 25 de la Cadena Ser que Federico Trillo fue "premiado" con el puesto de embajador en Londres por ser conocedor de información.

El 26 de mayo de 2013 se cumplió el décimo aniversario de la tragedia del Yakolev 42. Entonces publiqué un post que, ahora, tres años después, quiero recuperar en parte con la noticia de que el Consejo de Estado ha emitido un dictamen, por fin, en el que reconoce la responsabilidad del ministerio de Defensa en la tragedia, algo que se ha negado por sistema durante los últimos trece años.

Rajoy piensa que Trillo no tiene por qué dejar la política, ni la embajada, ni nada de nada. Faltaría más. Asombrarse de que el presidente del Gobierno defienda impertérrito a Federico Trillo y que se niegue a relevarle como embajador de España en Londres es casi ridículo. ¿Acaso alguien podría esperar otra cosa?